lunes, 25 de abril de 2016

CANFRANC Y VILLANUA,......VICTIMAS DE LA "CAMARA OCULTA" DEL GOBIERNO DE ARAGÓN

¿DÓNDE ESTÁ LA CÁMARA OCULTA?

Leemos con estupor en la prensa aragonesa que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha abierto expediente sancionador a los municipios de Canfranc y Villanúa, por verter sus aguas residuales sin depurar al río Aragón.

A quién no conozca los detalles, puede que le parezca muy bien que el Estado se preocupe por la salud de nuestros ríos e imponga sanciones a los municipios que hacen dejación de sus responsabilidades. Lo que ocurre es que la realidad es muy distinta.

Canfranc y Villanúa, como la mayoría de los municipios de Aragón, han cedido sus competencias en materia de saneamiento a la DGA, a través del Instituto Aragonés del Agua (IAA). Esa cesión se hizo de buen grado en algunos casos y en otros, no tanto.  De hecho, todavía quedan unos pocos municipios que se resisten a someterse al poder de la Comunidad Autónoma, entre ellos Zaragoza.



El Plan de Depuración del Pirineo es un ejemplo de lo mal que se han hecho las cosas para diseñar, construir y gestionar las infraestructuras de depuración de Aragón.  La depuración de los ríos pirenaicos, con un presupuesto de 128 millones de euros, fue reconocida de "interés general" por la Ley 10/2001, del Plan Hidrológico Nacional (hace ya 15 años), lo que debería haber permitido que esas obras se construyeran con financiación del Estado al 100%, a un coste ínfimo para los aragoneses.

Con esa finalidad se firmó un Convenio de Colaboración entre la DGA y el Ministerio de Medio Ambiente en el año 2008, a través del cual se le han transferido a la DGA 142 millones de euros en el periodo 2008-2016. Ese convenio incluía una comisión de seguimiento para adoptar los acuerdos sobre las obras a financiar y, ¡curiosamente! el Presidente de la CHE forma parte de ella, con la función expresa de: "informar a la Comisión (…) del desarrollo de las actuaciones previstas en este Convenio (…) y en particular, en su caso, de los desajustes que se puedan producir respecto a lo establecido en este Convenio." Por tanto, es corresponsable del estado de la depuración en el Pirineo.

La DGA ha preferido destinar el dinero del convenio a otras obras "porque la subvención estatal no se adaptaba al modelo de gestión por concesión de obra pública" por el que se había optado.  Eso quiere decir que, si nadie lo remedia, la financiación y la construcción de esas depuradoras se las tendremos que pagar a empresas privadas, cuando nos las podíamos haber ahorrado.

Lo grave es que la mayoría de los pueblos del Pirineo están sin competencias en depuración, sin depuradora, pagan el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) al IAA desde hace años y, además, pagan a la CHE el canon de vertido con los mayores recargos por contaminación. ¡Y encima quieren multarles!

Este caso es un ejemplo más de por qué La Red de Agua Pública de Aragón (RAPA) se opone al Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración y al I.C.A.

Si no fuera un asunto que provoca tanta impotencia, rabia e indignación, parecería un sketch surgido de la mente calenturienta de un guionista de programas de bromas pesadas.  ¡Ojalá que a los vecinos de Canfranc y Villanúa se les pudiera acercar el Consejero del ramo de la DGA y con amplia sonrisa les dijera: alégrense y miren al frente, que es una cámara oculta!

De momento la cosa no tiene ni pizca de gracia.

http://www.pirineodigital.com/noticia.php?idnot=2355

http://arainfo.org/2016/04/cha-exige-a-la-che-el-archivo-de-los-procedimientos-sancionadores-contra-ayuntamientos-del-pirineo-por-verter-aguas-residuales/

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